Título original: Sobibór, 14 octobre 1943, 16 heures
Origen: Francia. Año: 2001
Duración: 95 min.
Blanco y negro / Color. Idioma: francés / hebreo
EQUIPO TECNICO
Dirección y guión: Claude Lanzmann
Fotografía: Caroline Charpentier / Dominique Chapuis
Edición: Chantal Hymans /Sabine Mamou
Sonido: Bernard Aubouy
COMENTARIO
Estamos frente a una película muy difícil de ver. No es un film para el público normal ni tampoco para el cinéfilo, por la forma en que está hecha. Este documental parece dirigido a especialistas en el tema del Holocausto, porque es precisamente el contenido lo que es todo y la forma fílmica es nada.
Dentro de la propia obra cinematográfica de Lanzmann, Sobibor es un desprendimiento de Shoa cuya duración es de nueve horas y media. Es un desprendimiento temático y formal. El material de Sobibor fue rodado junto con el de Shoa, pero no se incorporó a la obra madre porque la anécdota no cuadraba con el planteamiento general.
El tema lo es todo. La rebelión de prisioneros en el campo de concentración nazi de Sobibor, ubicado en Polonia, y que representó un éxito en tanto que varios pudieron escapar.
Para Lanzmann este hecho histórico de Sobibor representa “la reapropiación del poder y la violencia” por parte de los judios, en una legítima defensa contra el genocidio nazi. También, con su punto de vista busca con ello derrumbar algunos mitos del Holocausto y decir la verdad:
Los judíos no fueron al Holocausto como ovejas al matadero, dóciles y resignadas. Fueron víctimas de engaños planeados a lo largo de todo el procedimiento que los arrancó de sus hogares hasta su muerte en las cámaras de gas. Cuando algunos grupos se dieron cuenta de la realidad, implementaron sublevaciones, resistencia, rebeliones. Las frustró el desconocimiento técnico del manejo de las armas y el condicionamiento psicológico al que fueron sometidas las poblaciones judías.
Origen: Francia. Año: 2001
Duración: 95 min.
Blanco y negro / Color. Idioma: francés / hebreo
EQUIPO TECNICO
Dirección y guión: Claude Lanzmann
Fotografía: Caroline Charpentier / Dominique Chapuis
Edición: Chantal Hymans /Sabine Mamou
Sonido: Bernard Aubouy
COMENTARIO
Estamos frente a una película muy difícil de ver. No es un film para el público normal ni tampoco para el cinéfilo, por la forma en que está hecha. Este documental parece dirigido a especialistas en el tema del Holocausto, porque es precisamente el contenido lo que es todo y la forma fílmica es nada.
Dentro de la propia obra cinematográfica de Lanzmann, Sobibor es un desprendimiento de Shoa cuya duración es de nueve horas y media. Es un desprendimiento temático y formal. El material de Sobibor fue rodado junto con el de Shoa, pero no se incorporó a la obra madre porque la anécdota no cuadraba con el planteamiento general.
El tema lo es todo. La rebelión de prisioneros en el campo de concentración nazi de Sobibor, ubicado en Polonia, y que representó un éxito en tanto que varios pudieron escapar.
Para Lanzmann este hecho histórico de Sobibor representa “la reapropiación del poder y la violencia” por parte de los judios, en una legítima defensa contra el genocidio nazi. También, con su punto de vista busca con ello derrumbar algunos mitos del Holocausto y decir la verdad:
Los judíos no fueron al Holocausto como ovejas al matadero, dóciles y resignadas. Fueron víctimas de engaños planeados a lo largo de todo el procedimiento que los arrancó de sus hogares hasta su muerte en las cámaras de gas. Cuando algunos grupos se dieron cuenta de la realidad, implementaron sublevaciones, resistencia, rebeliones. Las frustró el desconocimiento técnico del manejo de las armas y el condicionamiento psicológico al que fueron sometidas las poblaciones judías.
(Se proyectará en el Museo de la Shoá, Montevideo 919, Buenos Aires, el jueves 31 de julio de 2008, a las 18.30)
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